El jamón es un alimento que no puede faltar en la mesa durante las fiestas navideñas. No importa si es Nochebuena, Navidad, San Esteban, Nochevieja o Reyes. Tampoco si se trata de una comida o una cena. Ni siquiera influye si vives en el norte o en el sur de España.
Si hay un producto que se repite invariablemente en todos los menús navideños es el jamón. Ni los asados, ni los canelones, ni la escudella, ni el marisco son capaces de unir a tantas personas como este delicioso manjar.
Te sorprenderá averiguar que se trata de una tradición muy antigua y que su origen no es tan ibérico como podría parecer. Si también quieres saber cómo emplatarlo y de qué modo lo puedes incluir en el menú navideño de este año, sigue leyendo.
¿De dónde procede la tradición?
Es curioso que la primera constancia que se tiene de esta tradición no venga de nuestro propio país, sino que probablemente se remonte a los antiguos pueblos germánicos, que sacrificaban jabalís para ofrendárselos a Frey, el dios nórdico de la lluvia, el sol, la cosecha y la fertilidad. Se solía representar a este poderoso dios acompañado de un imponente jabalí.
Con la proliferación del cristianismo, la Iglesia Católica adaptó esta singular costumbre pagana, que pasó a formar parte del imaginario navideño. El jamón se asoció entonces a la abundancia, por lo que se convirtió en un producto ideal para celebrar momentos importantes, como lo son estas fechas.
Es más: se consideró que quien no comía jamón no era un verdadero cristiano, sino un judío converso (puesto que en la religión judía no está permitido comer cerdo), así que el consumo de jamón por Navidad se vio como un modo de desenmascarar falsos cristianos. En la España de la Inquisición, rechazar una loncha de jamón podía salirte muy caro.
Recetas típicas de Navidad con jamón
En algunos países europeos es habitual cocinar jamón al horno por Navidad, pero aquí lo más común es servirlo como canapé. Y es que, cuando un producto es de calidad, como es el caso del jamón ibérico, no hay mejor manera de disfrutarlo que al natural.
Es infalible: un buen plato de jamón cortado en finas lonchas desaparece rápidamente de la mesa poco después de sacarlo.
Si le quieres dar un toque navideño, puedes presentarlo con un poco de huevo hilado. Además de ser una decoración muy típica de los canapés festivos, el contraste del dulce con el salado es muy interesante.
Un pincho rápido y resultón muy apto para estas fiestas es el de jamón batido, típico de Zaragoza. Lo conseguirás mezclando virutas de jamón ibérico con queso crema y mayonesa. Finalmente, debes colocar la cremosa mezcla sobre una tostada.
Por supuesto, las clásicas croquetas de jamón nunca fallan, pero si estás pensando en un menú más gourmet, puedes apostar por unas exquisitas vieiras al horno con jamón.
Otra opción, muy refrescante y digestiva, ideal por si a continuación viene un plato principal potente, es servir melón con jamón ibérico a modo de entrante.
Cómo emplatar el jamón
Si quieres sacarle todo el partido al jamón ibérico en estas fiestas, debes presentarlo como se merece.
Para empezar, recuerda que para disfrutar al máximo de sus propiedades organolépticas deberás servirlo a temperatura ambiente. Si lo tienes en la nevera, sácalo con suficiente antelación. El plato o la bandeja donde lo sirvas tampoco puede estar muy frío.
¿Tienes dudas sobre qué tipo de vajilla queda mejor para emplatar el jamón? Recuerda que el producto es el protagonista del plato y tiene que lucirse por sí solo: es mejor elegir vajillas lisas.
Los más puristas recomiendan usar un plato blanco, pero en Iberic Box acostumbramos a apostar por pizarras o platos negros, que hacen gala de un toque más elegante y distinguido. Otra opción es emplatar en una tabla de madera para conseguir un estilo más desenfadado y rústico.
De cara a la presentación, puedes optar por soluciones creativas o tradicionales. La infalible: coloca las lonchas en círculo, de fuera hacia dentro, en una sola capa.
Te recomendamos que uses pinzas para no manipular en exceso el producto. Y, por supuesto, cuando finalices el emplatado tienes que asegurarte de limpiar bien los posibles restos de grasa de la superficie del plato.
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