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¿Por qué deberías comer jamón?

Fecha

julio 1, 2020

Categoría

Saborear una fina loncha de jamón ibérico recién cortada es uno de los placeres más indiscutibles que existen. La textura suave y el aroma intenso y profundo convierten este aperitivo en el capricho gourmet más apreciado de nuestra tierra.

Su fama traspasa fronteras. Prueba de ello es el gran número de turistas que, al llegar a nuestro país, sienten curiosidad por probarlo y buscan la recomendación de algún local para saber dónde pueden degustar o comprar jamón de buena calidad.

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A continuación te enseñamos como hacerlo.

Sabemos que su origen se remonta hasta la Antigüedad, y que su preparación proviene de una forma tradicional de conservación que aún se practica en nuestros días: el salazón. Esta técnica ya se usaba en la cuenca del Mediterráneo varios siglos antes de Cristo, y facilitaba el comercio de distintos tipos de carne y embutidos a lo largo del sur de Europa y norte de África.

Hay indicios de que los íberos comerciaban con patas de cerdo en salazón, producto que llegaba a Roma, donde gozaba de enorme popularidad. Con la conquista de la Península Ibérica, dichas prácticas continuaron; y fue en la antigua ciudad de Tarraco (actual Tarragona) donde se encontró un jamón fosilizado de más de 2000 años.

Durante la Edad Media el consumo de cerdo y jamón continuaría. En numerosas iglesias y catedrales pueden encontrarse alusiones pictóricas a la crianza y el consumo del cerdo. Estos normalmente asociados al día de San Martín (de ahí el famoso dicho), fecha en torno a la cual tradicionalmente se llevaba a cabo la matanza del animal y elaboración del jamón y los embutidos.

En el siglo XIII comienzan a configurarse las actuales dehesas y a criar los cerdos en rebaños de considerable tamaño en algunos lugares como las montañas de la actual provincia de Huelva, en torno a poblaciones como Cortegana o

Es muy común encontrarlo en platos tradicionales: guisanes con jamón, croquetas; y de acompañamiento para el gazpacho o el salmorejo en los meses de verano y de algunas sopas en invierno.

Pero también tiene su lugar en recetas nuevas: el jamón puede combinarse con foie, verduras, cremas, pescado, otras carnes y fruta (por ejemplo el célebre melón con jamón).

Hoy en día muchos chefs buscan sabores con los que combinarlo, por ejemplo la menta, el puré de espinacas, los higos o las ciruelas pasas. Incluso Ferran Adrià, el chef español más internacional, lo ha usado como ingrediente esencial de muchos de sus platos de vanguardia. Las posibilidades no dejan de crecer, y seguro que tú también puedes encontrar tu propia receta para el jamón.

Tipos de jamón

También hay que considerar, cuando vayas a comprarlo, que existen distintos tipos de jamón. No es lo mismo decir serrano que ibérico, raza esta última propia de nuestra península, poseedor de la famosa pata negra y preferencia dentro del catálogo de Iberic Box.

Además, la bellota es un elemento crucial en el sabor del jamón (link jamón bellota 100% ibérico), garantía de una alimentación natural y en condiciones de libertad. Un cerdo que habita en este tipo de parajes nos regalará un jamón más sabroso y sano.

Otro elemento a tener en cuenta es el origen de la elaboración del producto. En España existen varios puntos importantes que en el imaginario colectivo son sinónimos de buen jamón, dos de ellos son: el ya mencionado Jabugo (Huelva) y Salamanca (link jamón cebo 50% ibérico). Iberic Box ofrece jamones de ambos lugares.

Tanto uno como otro poseen condiciones privilegiadas para la elaboración del jamón: un clima frío, de interior y con baja humedad que favorece el secado y un sabor superior.

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