Nuestros ibéricos de bellota proceden únicamente de dos secaderos de Jabugo, donde maestros jamoneros expertos los curan artesanalmente durante más de 36 meses, utilizando solamente el aire de la Sierra de Aracena.
Por otra parte, nuestros ibéricos de cebo se elaboran en un secadero de última generación en Guijuelo, que nos ofrece un producto de altísima calidad con todas las garantías.