
El jamón ibérico es uno de los mayores placeres gastronómicos de nuestro país, por lo que suele estar presente en las celebraciones especiales y eventos importantes.

¿Por qué nos gusta disfrutar de un buen jamón? La respuesta se remonta siglos atrás.
Hablar de los orígenes del jamón significa remontarnos a las primeras prácticas de conservación de los alimentos. Dos de las técnicas más antiguas son la salazón y el secado, ambas fundamentales para la elaboración de este producto.

El jamón es un producto sumamente versátil y con muchas posibilidades, lo que permite disfrutarlo de múltiples maneras. Aunque en España suele consumirse en finas lonchas, ya sea como tapa o en bocadillo, también está presente en muchos platos.

Saborear una fina loncha de jamón ibérico recién cortada es uno de los placeres más indiscutibles que existen. La textura suave y el aroma intenso y profundo convierten este aperitivo en el capricho gourmet más apreciado de nuestra tierra.